La Comisión Europea demandó a Google por 2.950.000.000 € debido a “abusos” en el negocio publicitario.
El organismo considera que la compañía abusó de su posición dominante en el mercado publicitario digital para favorecer sus propios servicios.
Según el informe oficial, Google favoreció de manera sistemática a su plataforma de intercambio publicitario AdX dentro de su servidor de anuncios para editores y en sus herramientas de compra de anuncios. Esta conducta, según Bruselas, constituye una violación clara de las reglas antimonopolio de la Unión Europea.
La Comisión otorgó a la tecnológica 60 días para poner fin a estas prácticas de autopreferencia y adoptar medidas que eliminen los conflictos de interés en la cadena de suministro de Adtech.
La Vicepresidenta ejecutiva para la transición limpia, justa y competitiva, Teresa Ribera, declaró que “Google debe presentar un remedio serio para abordar estos conflictos de interés. Si no lo hace, no dudaremos en imponer sanciones más severas. Los mercados digitales deben servir a las personas y estar basados en la confianza y la equidad”.
Un portavoz de Google aseguró que la compañía recurrirá la decisión. Argumentó que “no hay nada anticompetitivo en ofrecer servicios a compradores y vendedores de anuncios”, y que existen más alternativas que nunca a sus herramientas.
Se trata de la segunda sanción más alta impuesta por la UE en materia de competencia, solo superada por los US$5.000.000.000 que Google tuvo que pagar en 2018 por abusos relacionados con Android.