La humedad en las paredes genera manchas y mal olor que puede afectar el bienestar del hogar.
Existen diversas razones por las que la humedad se propaga en las paredes, algunas de las más comunes son por fugas de agua en tuberías, desagües bloqueados que originan acumulación de agua en canaletas, filtraciones desde el techo o la pared, o por exceso de humedad en el piso que sube por los muros.
Es necesario identificar el origen de la humedad y repararlo a la brevedad. En caso de que la reparación no sea posible al momento, un remedio momentáneo es dar una salida controlada y poco visible a la humedad.
Utilizar sal marina para lugares cerrados: La sal marina o de grano es una sustancia natural que puede ayudarte a terminar con la humedad de los espacios cerrados, ya que desinfecta, impide que se formen manchas oscuras de moho y neutraliza los olores fuertes.
En pequeños recipientes o bolsas coloca sal marina y deposítalas al interior del armario; cámbialas por lo menos una vez al mes.
Usar bicarbonato: Una opción económica para quitar las manchas y el mal olor por la humedad de tus paredes es el bicarbonato de sodio. Este compuesto no es agresivo para tu salud, tiene propiedades que evitan la creación de bacterias y hongos, y además, cuenta con una gran capacidad de absorción.
La mejor forma de aplicarlo sobre las áreas afectadas, dejarlo actuar durante dos horas, y retirar con un cepillo.
Colocar sal de boro: Esta sustancia tiene propiedades que eliminan los hongos y es menos agresivo con el ambiente que otros productos como el cloro. Para utilizarlo es necesario usar guantes.
Spray de vinagre de manzana: Esta opción natural es útil para limpiar múltiples superficies y eliminar el moho. Para utilizarlo de forma efectiva solo diluye una taza de vinagre en tres litros de agua y aplica el líquido en la mancha con una esponja o un paño.