La Universidad de Columbia Engineering creó un brazo robótico que aprende de sí mismo, se adapta y mejora sus movimientos sin intervención humana.
Esta nueva capacidad, llamada “autoconciencia cinemática”, abre la puerta a robots más autónomos y resilientes en la industria y el hogar.
El hallazgo, publicado en la revista Nature Machine Intelligence, representa un avance importante en el campo de la robótica y la inteligencia artificial. Hasta ahora, la mayoría de los robots aprendían a moverse mediante simulaciones creadas por ingenieros.
Sin embargo, este proceso es costoso y limita la capacidad de los robots para adaptarse a situaciones imprevistas en el mundo real.
Los investigadores de la universidad demostraron que los robots pueden aprender sobre su propio cuerpo y ajustar sus movimientos sin necesidad de programación externa.
Para lograrlo, el equipo desarrolló un sistema basado en redes neuronales profundas que permite a un robot modelar su propia forma en 3D utilizando solo una cámara 2D.
El autor principal de la investigación y estudiante de doctorado en el Laboratorio de Máquinas Creativas de la Universidad de Columbia, Yuhang Hu, explicó que “nuestro objetivo es un robot que comprenda su propio cuerpo, se adapte a los daños y aprenda nuevas habilidades sin una programación humana constante”.
Este método se inspira en la forma en que los humanos aprenden a moverse observando su reflejo en un espejo. Desde una edad temprana, las personas reconocen su imagen y ajustan sus movimientos en función de lo que ven.
El nuevo sistema desarrollado en Columbia permite que los robots creen sus propias simulaciones sin depender de modelos preexistentes. Esto reduce el trabajo de los ingenieros y mejora la capacidad de los robots para responder a cambios inesperados en su entorno.