Los frutos secos pueden ayudar a generar una sensación de saciedad en el organismo.
Además, un fruto seco en particular podría tener capacidades reguladoras específicas para la diabetes y el colesterol. Cabe destacar que es importante regular las cantidades que se consumen.
Una porción de 30 gramos de frutos secos se traduce en 150 o 200 calorías, en función del fruto seco que se consuman.
Si bien suelen consumirse de manera variada, cada fruto seco tiene propiedades específicas que actuarán sobre diferentes aspectos del organismo. La nuez, en particular, es rica en ácidos grasos, omega-2, fibras y polifenoles, que funcionan como antioxidantes y antiinflamatorios.
Las nueces ayudan a regular el azúcar en sangre y reducir el colesterol sanguíneo, previniendo enfermedades cardiovasculares.
Los componentes y propiedades de las nueces pueden prevenir la diabetes controlando la glucosa en sangre. Siempre que se acompañe de una dieta equilibrada y la actividad física justa, las fibras y ácidos grasos insaturados pueden disminuir niveles de azúcar en sangre.
Los profiteroles que contiene la nuez, incluido el ácido elágico, tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a potenciar la función endotelial, por lo que constituyen un potencial protector cardiovascular.
El consumo regular de nueces contribuye a disminuir los niveles del colesterol no saludable y los triglicéridos, que pueden bloquear las arterias y generar complicaciones cardiovasculares.