El té verde es una de las bebidas más utilizadas en todo el mundo.
Este tipo de té es fuente importante de compuestos biológicamente activos, llamados catequinas, y sus beneficios se originan principalmente de este tipo de compuestos fenólicos.
Asimismo, sus propiedades promotoras de la salud se atribuyen al alto contenido de sustancias antioxidantes y antiinflamatorias.
Debido a su potencial para prevenir varias enfermedades, el consumo regular de esta bebida puede tener un efecto positivo en la salud física y mental.
El té está hecho de la infusión de las hojas de Camellia sinensis. El té se divide según su grado de fermentación:
- No fermentados: blanco y verde.
- Ligeramente fermentado: amarillo.
- Semifermentado: oolong.
- Fermentado: negro y oscuro.
Para prevenir la fermentación, las hojas frescas se procesan rápidamente en la preparación de los tés verdes.
Este tipo de té posee compuestos químicos antioxidantes con trazas de proteínas, carbohidratos, aminoácidos, lípidos, vitaminas y minerales.
Entre los beneficios del Té Verde se encutran sus efectos antioxidantes y anticarcinogénicos. De igual manera, pueden prevenir diabetes, enfermedades neurológicas y cardiovasculares.
Estos compuestos muestran una actividad antioxidante sobresaliente debido a su capacidad para neutralizar los radicales libres y aumentar la actividad de desintoxicación de las enzimas.
El té verde también contiene clorofila, responsable de su color vibrante. La clorofila y sus derivados exhiben una fuerte actividad antioxidante y antiinflamatoria.
Está infusión contienen una cantidad considerable de aminoácidos. La L-teanina, en combinación con la cafeína, es responsable del sabor del té. Tiene efectos positivos sobre la relajación, el rendimiento cognitivo, el estado emocional y la calidad del sueño.
Asimismo protege contra el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y el resfriado común. La combinación de L-teanina y cafeína mejora la concentración, la vigilancia y la eficiencia, con alivio adicional del estrés.
Los polisacáridos, componentes bioactivos del té, tienen efectos antioxidantes, inmunorreguladores, anticancerígenos, antidiabéticos y antiobesidad.
Finalmente, las saponinas, componentes bioactivos del té; exhiben efectos antioxidantes, anticancerígenos, inmunorreguladores y protectores cardiovasculares.
