El cometa 3I/ATLAS, es uno de los pocos objetos de su tipo detectados en la historia, se desplaza rápidamente hacia el interior del Sistema Solar.
Según datos recopilados por astrónomos, el punto de mayor acercamiento a la Tierra será el 19 de diciembre de 2025, a una distancia de 1,8 unidades astronómicas, lo que equivale a unos 270.000.000 kilómetros. A pesar de la expectativa, el objeto no será visible a simple vista, pero podrá observarse con telescopios medianos y grandes, especialmente en regiones con cielos despejados.
La NASA convocó a un comité de observación para estudiar su comportamiento, su composición química y su trayectoria, debido a que su origen podría ser más antiguo que el del propio Sol.
El cometa ingresó al sistema de estudio debido a su trayectoria hiperbólica, que confirma su origen interestelar. Según los científicos, este objeto se habría formado en otro sistema planetario y habría sido expulsado tras un encuentro gravitacional con un planeta gigante.
3I/ATLAS se desplaza a 60 kilómetros por segundo, velocidad potenciada por su acercamiento al Sol y por su origen más allá del sistema solar. La Tierra, en comparación, se mueve a 30 kilómetros por segundo en su órbita.
El pasado 3 de octubre, el cometa alcanzó su punto más cercano a Marte. El 29 de octubre, cruce el perihelio, es decir, su punto más cercano al Sol, al pasar entre las órbitas de la Tierra y Marte.
El análisis químico de 3I/ATLAS podría revelar materiales anteriores a la formación del Sistema Solar, lo cual abriría nuevas líneas de estudio sobre la evolución de otros sistemas estelares.
Los datos actuales confirman que el cometa no representa ningún peligro para el planeta. La distancia mínima entre 3I/ATLAS y la Tierra será de 1,6 unidades astronómicas, aproximadamente 240.000.000 kilómetros.
Los científicos destacan que esta es una oportunidad única para entender cómo se forman los mundos y que naves como Psyche, lanzada recientemente por la NASA, podrían complementar los estudios.



