Un grupo de científicos de la Universidad Curtin en Perth descubrieron el verdadero origen de las piedras con las que se construyó el Stonehenge.
El conjunto de piedras azules de Stonehenge incluye al menos 30 tipos de rocas distintas, muchas con características de erráticos glaciares antiguos.
La teoría del geólogo Herbert Thomas, propuesta en 1923, indica que las piedras azules fueron trasladadas desde las Colinas Preseli hasta la Llanura de Salisbury por nuestros ancestros neolíticos. Este geólogo argumentó que el transporte glaciar era inviable, al señalar que el hielo glaciar en esa época solo se extendía una corta distancia más allá de la costa sur de Pembrokeshire.
Por otro lado, el Dr. John sostiene que esta suposición ignora evidencia considerable de una glaciación extensa y que el hielo realmente alcanzó el borde del estante marino del Mar Céltico, más de 200 kilómetros más allá de las Islas Scilly. Sugiere que el hielo debió haberse extendido hacia el este hasta los Niveles de Somerset y el escarpe de tiza de Wiltshire.
La evidencia geológica muestra que el bloque de Limeslade proviene de algún lugar cercano a la costa norte de Pembrokeshire, pero no de Mynydd Preseli. Esto confirma que el hielo en avance recogió bloques erráticos y restos de varios lugares diferentes. Algunos bloques fueron transportados distancias cortas y otros cientos de kilómetros antes de ser depositados.
El Doctor concluye que es probable que nuestros antepasados neolíticos recolectaran las piedras azules que hallaron en la Llanura de Salisbury y las usaran donde las encontraron.
Stonehenge es uno de los monumentos prehistóricos más icónicos y enigmáticos del mundo. Situado en la llanura de Salisbury, al sur de Inglaterra, ha fascinado a generaciones con sus piedras gigantes dispuestas en círculos concéntricos.
Las piedras, conocidas como menhires, están colocadas verticalmente y conectadas por dinteles horizontales, creando un conjunto arquitectónico único.