El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, convocó a su Consejo de Seguridad Nacional para analizar los próximos pasos frente a la crisis bilateral con Venezuela.
Trump ha incrementado la presión sobre Venezuela y la estrategia de Washington ha incluido una ofensiva militar en el Caribe desde septiembre. Estados Unidos sostiene que los ataques a 20 embarcaciones han causado 83 muertos en operativos enfocados en rutas del narcotráfico, que Washington atribuye al liderazgo de Maduro.
El fin de semana, Trump declaró que el espacio aéreo sobre Venezuela debía considerarse “totalmente cerrado” y advirtió que la ofensiva contra narcotraficantes, hasta ahora limitada al mar, podría ampliarse “muy pronto” a operaciones terrestres.
La Casa Blanca subrayó que tales decisiones se toman para “eliminar amenazas” antes de que alcancen el territorio estadounidense. Entre las posibles opciones no figuraría actualmente una negociación directa con Maduro ni acuerdos en el sector petrolero, luego de que Washington calificara la reelección del venezolano en 2024 como fraudulenta e ilegítima.
Maduro rechazó las acusaciones de presidir un cartel de narcotráfico y denunció una supuesta intención de Estados Unidos de derrocarlo y hacerse con el control del petróleo venezolano. La respuesta del régimen chavista incluyó la revocatoria de permisos de operación a seis grandes aerolíneas internacionales, un golpe significativo a la conectividad del país.
En un acto frente al palacio presidencial, Maduro afirmó que las maniobras de Washington constituyen un “terrorismo psicológico” que lleva 22 semanas poniendo “a prueba” al país. “Queremos la paz, pero una paz con soberanía, igualdad y libertad. ¡No queremos la paz de los esclavos ni la paz de las colonias!”



