El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump envió cinco aviones de combate F-35 a una base militar en Puerto Rico.
Los aviones arribaron el domingo a la pista del aeropuerto regional José Aponte de la Torre, la antigua base Roosevelt Roads, en el municipio de Ceiba, en el noreste de Puerto Rico, alimentando la tensión en el Caribe.
A su vez, una aeronave Boeing C-5 de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos se registró en la misma base. En este marco, el Presidente norteamericano fue entrevistado por un periodista que le preguntó acerca de un eventual ataque contra Venezuela a lo que Trump respondió: “Veremos qué pasa. Mira, Venezuela nos está enviando pandilleros, narcotraficantes y drogas. Es inaceptable”.
“No nos gusta lo que Venezuela nos está mandando: ni sus drogas ni sus pandilleros. No nos gusta, no nos gusta nada”, sostuvo Donald Trump.
La Gobernadora de Puerto Rico, Jennifer González, en un comunicado oficial, expresó su gratitud “al Presidente Trump y a su Administración por reconocer la importancia estratégica de Puerto Rico para la seguridad nacional de Estados Unidos y por su lucha contra los cárteles de droga y el narcodictador de Nicolás Maduro”.
Por su parte, el Ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, denunció este domingo que Estados Unidos realiza vuelos de inteligencia sobre el país y acusó a Washington de intentar justificar un “plan de amenaza militar e intervención para desplazar a Maduro del poder”.
El Gobierno de Venezuela aseguró que un destructor estadounidense “desplegó a dieciocho efectivos con armas largas” y ocupó una embarcación el viernes, donde viajaban “nueve humildes pescadores” que se encontraban en la Zona Económica Exclusiva de Venezuela.
En este contexto, el Gobierno de Caracas ordenó la movilización de buques, el alistamiento de millones de milicianos y un “refuerzo especial” de la presencia militar en cinco regiones costeras del país.
