Un grupo de científicos encontró una nueva especie humana, el Homo juluensis, que vivió hace aproximadamente 200.000 años.
El descubrimiento incluye restos de al menos 16 individuos, herramientas de piedra y huesos de animales, revela una especie cazadora con características físicas y culturales únicas.
Entre los hallazgos destacan cráneos más grandes que los de los neandertales y los Homo sapiens, además de dientes de dimensiones considerables. Según los investigadores, esta especie confeccionaba ropa con pieles animales y vivía en grupos pequeños, un factor que pudo hacerlos vulnerables a los cambios climáticos extremos de la época, como los períodos glaciales.
El análisis de los fósiles sugiere que el Homo juluensis es un linaje distinto, aunque comparte similitudes dentales con los denisovanos.
El coautor del estudio, Christopher Bae, explicó que “los molares del Homo juluensis y los de Denisova son casi exactamente iguales. Sin embargo, el Homo juluensis parece ser una población separada que representa un nuevo linaje evolutivo en Asia Oriental”.
La extinción de esta especie podría estar relacionada con el drástico impacto del cambio climático durante el Cuaternario Tardío, que redujo significativamente sus poblaciones. Los investigadores también sugieren que la llegada de humanos modernos a la región habría contribuido a la disminución del Homo juluensis, al igual que ocurrió con los neandertales en Europa.
Este hallazgo resalta la complejidad evolutiva de Asia Oriental, una región que ha ofrecido una diversidad sorprendente de fósiles humanos. “La diversidad entre los fósiles humanos del este de Asia es mayor de lo que esperábamos, lo que nos obliga a reevaluar nuestras interpretaciones de los modelos evolutivos”.