Este viernes 15 de agosto en Casabindo se celebran las Fiestas Patronales en honor a la Virgen de la Asunción y la ancestral tradición del Toreo de la Vincha.
La plaza de toros y la Iglesia se convierten en el escenario principal de este día, en el cual conviven las creencias más antiguas de sus habitantes, con las impuestas tras la colonización. Durante la Fiesta Patronal se mezclan las novenas a la Virgen, el desfile de imágenes y santos por las calles del pueblo, el baile ancestral en dónde se visten de suris con cuartos de corderos y el Toreo de la Vincha.
El objetivo de los participantes es quitar una vincha de las astas del toro, un lazo con monedas de plata, para luego ofrendársela a la Virgen.
Esta singular tradición tiene sus orígenes en una leyenda local, recuperada por la Comisión pro templo. Según relata Héctor Ciares, miembro de la comisión, la historia se remonta a Tabarta, “el hijo de un cacique local, que, tras sublevarse contra los españoles por el maltrato a su pueblo, es apresado. Sin embargo, el 14 de agosto, aprovechando las festividades, logra escapar. Cerca de la localidad de Tambillo, lo interceptan y, en un acto de humillación, le quitan su vincha, un obsequio de su padre, y la colocan en las astas de uno de los mejores toros. A pesar de ser corneado por el animal, Tabarta logra recuperar su vincha y la lleva hasta los pies de la Virgen de la Asunción, ofreciéndosela como muestra de agradecimiento”.
En conmemoración a la lucha de Tabarta y en agradecimiento a la protección de la virgen, se instauró esta particular celebración taurina.