Cada 1 de noviembre se conmemora el Día de Todos los Santos, una festividad previa al Día de los Fieles Difuntos.
Está festividad reúne a miles de fieles que celebran ambas fechas a pura tradición, con ofrendas, yendo a la misa y recordando a los que partieron.
La primera celebración de un día para Todos los Santos se remonta a Antioquía en el domingo antes de las fiestas de Pentecostés durante las pascuas. Otra mención de un día común para rendir homenaje a los santos, se nombra en el sermón de San Efrén el Sirio que data del año 373, pero en este solo a los mártires y a San Juan Bautista.
No sería hasta el año 731 que el Papa Gregorio III, consagraría la Basílica de San Pedro a todos los santos y establecería la festividad el 1 de noviembre.