Cada 10 de agosto se celebra el Día Internacional del Biodiésel, en conmemoración del primer motor diseñado por el ingeniero alemán Rudolph Diesel en 1893.
Se trata de un combustible que se obtiene a partir de lípidos naturales, como aceites vegetales o grasas animales y que se usa en sustitución de combustibles fósiles, derivados del petróleo.
Diésel se planteó la tarea de crear un motor de combustión interna capaz de alcanzar un rendimiento casi equiparable al rendimiento teórico máximo delineado por el físico francés Sadi Carnot. Su meta residía en hallar una solución a las desventajas de las máquinas de vapor, las cuales eran ineficientes, voluminosas y costosas, y que el ingeniero alemán consideraba un derroche de energía.