El 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, esta fecha busca generar conciencia sobre esta problemática y erradicar el trabajo infantil.
En el 2002 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estableció el 12 de junio como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, impulsado por las ratificaciones del Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima de empleo y el Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil.
En el 2015, los dirigentes mundiales adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con un renovado compromiso para acabar con el trabajo infantil. La meta 8.7 hace un llamamiento a la comunidad internacional para:“adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de seres humanos, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, para 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”.
Este año la consigna es: ¡Cumplamos con nuestros compromisos: pongamos fin al trabajo infantil! El trabajo infantil, prohibido en el derecho internacional, comprende tres categorías:
Las formas peores de trabajo infantil: esclavitud, trata de personas, servidumbre por deudas y otras formas de trabajo forzoso, reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en conflictos armados, prostitución, pornografía, y otras actividades ilícitas.
Trabajos realizados por niños que no alcanzan la edad mínima especificada para ese tipo de trabajo según la legislación nacional, de acuerdo con normas internacionalmente aceptadas, que impida la educación y el pleno desarrollo del niño.
Un trabajo que ponga en peligro el bienestar físico, mental o moral del niño, ya sea por su propia naturaleza o por las condiciones en que se realiza, es denominado trabajo peligroso.