Cada 22 de septiembre se conmemora el Día Internacional sin Automóvil, para generar conciencia sobre el daño al ambiente por parte del uso de automóviles particulares.
En 1973 varios países de Europa vieron limitadas sus reservas de petróleo y por ende, de combustible debido a que los países árabes aliados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) suspendieron la venta de petróleo a los países que apoyaron a Israel, durante la guerra de Yom Kipur.
De esta manera comienzan a surgir algunas alternativas para disminuir el uso de vehículos, tales como el racionamiento de gasolina, así como la promoción del uso de medios de transporte más eficientes.
En el año 2000, la Comisión Europea declaró formalmente el 22 de septiembre como el Día Internacional sin Automóvil, y lo implementó en sus países miembros como parte de la “semana europea de la movilidad”. Más tarde, se sumaron ciudades latinoamericanas como Ciudad de México, Bogotá y Buenos Aires.