Cada 27 de junio se conmemora el Día Internacional de la Sordoceguera en homenaje al nacimiento de Helen Keller, la primera persona ciega y sorda que consiguió graduarse de la universidad.
El 27 de junio de 1880 en Tuscumbia, Alabama nació Helen Adams Keller, fue una escritora, oradora y activista política sordociega. A sus 19 meses de vida sufrió una grave enfermedad que le provocó la pérdida total de la visión y la audición.
A lo largo de toda su vida redactó múltiples artículos y más de una docena de libros sobre sus experiencias y modos de entender la vida, entre ellos La historia de mi vida (1903) y Luz en mi oscuridad (1927).1
Keller se convirtió en una activista y filántropa destacada, recaudó dinero para la Fundación Americana para Ciegos, fue miembro del Industrial Workers of the World, donde escribió desde 1916 a 1918, y promovió el sufragio femenino, los derechos de los trabajadores, el socialismo y otras causas relacionadas con la izquierda, además de ser una figura activa de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles tras cofundarla en 1920.