Las inundaciones registradas el viernes 4 de julio, han dejado hasta el momento, 82 personas fallecidas, entre las cuales se encuentran 28 menores de edad.
En apenas unas horas, varias regiones registraron precipitaciones superiores a la media mensual, provocando inundaciones repentinas que arrasaron casas, vehículos, infraestructuras y campamentos de verano. La fuerza del agua superó todos los registros previos en la zona, especialmente en el condado de Kerr, donde las autoridades describieron una situación sin precedentes.
Kerr County, uno de los epicentros del desastre, concentra la mayoría de las víctimas, con 68 fallecidos confirmados, entre ellos 28 menores de edad.
“Tenemos a 18 adultos y 10 niños aún sin identificar”, detalló Larry Leitha Jr., alguacil del condado de Kerr, durante una rueda de prensa realizada este domingo en Kerrville, la cabecera del condado. La tragedia se intensificó en la madrugada del viernes, cuando el río Guadalupe se desbordó tras intensas lluvias que anegaron gran parte del área conocida como Hill Country, al noroeste de San Antonio.
Los rescatistas continuaron la búsqueda de desaparecidos, que incluían a diez niñas y una consejera del Campamento Mystic, un centro de verano para chicas que sufrió grandes daños por la inundación.
El Gobernador Greg Abbott informó que 41 personas estaban desaparecidas, y ese número podría incrementarse.
El Papa León XIV, desde el Vaticano, ofreció oraciones por aquellos que sufrieron a causa de la inundación en Texas, expresando condolencias especialmente a las familias de las víctimas del campamento de verano.