La fibra es un tipo de carbohidrato que se encuentra en las plantas y que nuestro cuerpo no puede digerir. Sin embargo, a pesar de no ser digerida, la fibra juega un papel fundamental en la salud y el bienestar general.
El consumo de, al menos, 30 gramos diarios de fibra aporta numerosos beneficios clave para la salud, como son la reducción del riesgo de diabetes, depresión y obesidad.
Existen dos tipos de fibra: soluble, que se disuelve en agua y forma una sustancia gelatinosa en el tracto digestivo. Ayuda a controlar los niveles de colesterol y azúcar en sangre, y promueve la salud intestinal. Y la insoluble, que no disuelve en agua y agrega volumen a las heces, facilitando el tránsito intestinal y previniendo el estreñimiento.
Beneficios de la fibra para la salud:
- Digestión regular: Previene el estreñimiento y promueve un movimiento intestinal saludable.
- Salud intestinal: Nutre a las bacterias beneficiosas del intestino, lo que contribuye a un sistema digestivo fuerte y equilibrado.
- Control del peso: Te ayuda a sentirte saciado por más tiempo, lo que puede ayudar a controlar el apetito y el peso corporal.
- Prevención de enfermedades: Puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.
- Control del colesterol: La fibra soluble ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL (malo) en la sangre.
- Control del azúcar en sangre: La fibra soluble ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que es especialmente importante para las personas con diabetes.



