El Ejército de Ucrania atacó a Rusia con misiles ATACMS, suministrados por Estados Unidos.
Según el Ejército de Ucrania, el ataque se produjo contra un almacén militar en la ciudad de Karachev, situada a unos 115 kilómetros de la frontera con Ucrania. Este sería el primer uso de estas armas tras la autorización limitada otorgada por el presidente estadounidense Joe Biden a Kiev.
El Estado Mayor ucraniano confirmó el ataque y señaló que el objetivo alcanzado almacenaba munición, que se detonó tras el impacto. Sin embargo, las autoridades ucranianas no precisaron qué tipo de armamento fue empleado, indicando que esta información está clasificada.
El ataque marca un incremento significativo en la capacidad de Ucrania para golpear objetivos dentro del territorio ruso, utilizando armamento avanzado proporcionado por sus aliados occidentales. La acción también resalta la creciente tensión entre ambas naciones, en un contexto de conflicto que ha escalado en los últimos meses.
Por su parte, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó una actualización de la doctrina nuclear del país, ampliando las condiciones bajo las cuales Rusia podría emplear armas atómicas. Aunque los detalles específicos no han sido revelados, esta medida se interpreta como una respuesta a los desarrollos recientes en el conflicto con Ucrania, incluyendo el uso de armas avanzadas por parte de Kiev.
El ataque en Bryansk y la decisión de Putin sobre la doctrina nuclear subrayan el aumento de los riesgos en la guerra, con implicaciones potenciales para la seguridad internacional. Por su parte, las autoridades rusas no han emitido una declaración oficial respecto al ataque ni han confirmado las consecuencias reportadas por Ucrania.