El 11 de mayo, se celebra el clásico e incondicional Himno de todos los argentinos. La canción, que fue compuesta por Vicente López y Planes, y con un toque musical del compositor español Blas Parera, cumple 210 años de historia.
En este marco, la música patriótica, fue elegida en la Asamblea Nacional Constituyente del año 1813, como una marcha que luego sería cantada en los diferentes actos públicos. El Himno se capitalizó tanto durante los años en el país, que puede ser escuchado en las escuelas, en los días festivos y célebres, en los actos históricos y sociales e inclusive, en los distintos deportes nacionales e internacionales que representa la selección argentina.
Sin embargo, el Himno Nacional, fue una canción inspirada en dos grandes compositores de la época, Mozart y Haydn. Estos artistas influyeron en el abogado Vicente López y Planes y en Blas Parera, para componer las partituras que darían origen a uno de los símbolos patrios más ricos de argentina. Así mismo, la partitura musical, que en su momento duraba aproximadamente 20 minutos, es una de las mas antiguas de la historia. En este contexto, cuenta la historia que, a partir de la Asamblea Constituyente, López y Planes, solicitó la música al español Parera, que, en ese momento, trabajaba en la provincia de Buenos Aires como director de orquesta, profesor y organista en iglesias.
No obstante, la historia cuenta, que la primera vez que se interpretó la canción, fue en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson, una de las defensoras de la patria y derechos de la mujer de la época. En esta línea, las primeras estrofas, habrían sido entonadas por la patriota argentina en las tertulias de la anfitriona. Después de esto, en 1944, se estableció la letra original tal como la conocemos actualmente.
Por otro lado, las lágrimas y emociones que se vivieron desde entonces cuando se canta el Himno Nacional Argentino, es referencia a la historia del país y a los sentimientos patrios argentinos. En este contexto, el Museo Histórico Nacional de la Ciudad de Buenos Aires, conserva la única partitura original de la historia. Además, la misma, contiene sólo la parte del piano y se cree que fue escrita a puño y letra por el célebre Parera.
