Tomar un vaso de agua tibia o caliente aporta múltiples beneficios a la salud.
Este sencillo hábito ayuda a drenar los riñones, estimular los intestinos y preparar el cuerpo para el desayuno, tras varias horas de inactividad nocturna. Distintas culturas piensan que el agua tibia o caliente, ya sea sola o como infusión de té, puede ser más sano que consumir el agua fría. También mezclada con algún jugo natural y otro producto.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada organismo es diferente, así como los gustos y necesidades. Es por ello que siempre es importante consultar a un médico o nutricionista antes de decidir un cambio de hábito para que brinde el mejor consejo profesional.
De acuerdo a un estudio publicado en Natural Volatiles & Essential Oils (NVEO), beber agua caliente antes del desayuno podría acelerar el metabolismo hasta en un 25%, lo que facilita quemar grasa.
Además, aporta los siguientes beneficios:
Ayuda al sistema digestivo: Al consumirse en ayunas, el agua estimula la producción de jugos gástricos, lo que ayuda a prevenir problemas como la indigestión o el estreñimiento. Con unas gotas de limón, se potencia el efecto.
Alergias y resfriados: Un vaso de agua tibia o caliente ayudará a diluir y expulsar la mucosidad que se presenta con el cambio de clima. Además, reduce la sensación de los escalofríos, bajando el esfuerzo por mantener la temperatura corporal.
Aporta energía: Arrancar el día con un vaso de agua caliente puede ser un impulso energético para afrontar tus actividades diarias. Ya que la combinación de hidratación y calor puede ayudarte a sentirte más alerta y concentrado, preparándote para un día productivo.
Desintoxicar el organismo: El agua caliente puede contribuir a eliminar toxinas acumuladas durante la noche y favorecer el funcionamiento del hígado y los riñones.
Regular el apetito: Aquellos que buscan perder peso o controlar tu apetito durante el día, tomar agua caliente en ayunas puede ser de gran ayuda: sentirse más lleno podría llevarte a consumir menos calorías durante el día.
Piel saludable y brillante: Beber agua caliente en ayunas mantiene la piel hidratada desde el interior. Esto contribuye a una apariencia más luminosa y fresca, ya que el agua caliente ayuda a mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez puede reducir la aparición de imperfecciones y dar un brillo natural.