Un equipo de la OHSU (Oregon Health & Science University, EE. UU.), liderado por Shoukhrat Mitalipov, desarrolló embriones humanos a partir de ADN de piel.
La técnica experimental fue denominada como mitomeiosis. El procedimiento consiste en transferir el núcleo de una célula somática, como las de la piel, a un óvulo donado sin núcleo, y provocar que divida su carga genética, imitando los pasos de la meiosis natural.
El equipo obtuvo 82 óvulos funcionales, que fueron fecundados con esperma humano. Un 9 % alcanzó la fase de blastocisto, correspondiente a los primeros seis días.
El experimento permitió obtener 82 óvulos funcionales, que fueron fecundados con esperma humano. Un 9 % alcanzó la fase de blastocisto, correspondiente a los primeros seis días de desarrollo embrionario. Aunque ninguno se cultivó más allá de ese punto, los autores destacan que se trata de una prueba de concepto que demuestra la viabilidad de generar gametos humanos a partir de células somáticas.
La Directora de la investigación, Nuria Martí Gutiérrez, este trabajo representa “un primer paso en nuestro objetivo de ayudar a mujeres que no pueden producir sus propios ovocitos a tener descendencia relacionada genéticamente con ellas”. También, añade, “podrían beneficiarse parejas del mismo sexo que deseen hijos con vínculo genético con ambos miembros”.
La diferencia principal respecto a trabajos anteriores es que ya no es necesario que las mujeres produzcan al menos un ovocito maduro. “Solo se necesita una célula somática, por ejemplo de la piel”, destaca la investigadora.
“Todavía no hemos conseguido que los 23 cromosomas correctos se eliminen al formar el corpúsculo polar”, explica Martí. “Esto ocurre porque, al introducir el núcleo de una célula somática en el óvulo, los cromosomas homólogos no se alinean correctamente en el nuevo huso acromático. Al no producirse ese emparejamiento, la separación durante la división genera muchas alteraciones genéticas (aneuploidías) que impiden el desarrollo normal del embrión”.
A pesar del avance, advierte que aún queda mucho por resolver. “Además de comprender cómo se alinean los pares de cromosomas para formar ovocitos con la dotación genética adecuada y promover el intercambio de material hereditario, también debemos tener en cuenta el imprinting”. Este mecanismo epigenético determina qué genes se expresan según si proceden del padre o de la madre, y resulta esencial para el desarrollo embrionario.