A través de una conversación con 32 jesuitas en Hungría, el Papa reveló, que, siendo arzobispo de Buenos Aires en 2010, el gobierno de Cristina Krichner dió indicaciones a tres jueces para que lo condenen por su accionar durante la dictadura cívico militar en 1976-1983.
El máximo Pontífice, contó a los jesuitas que se encontró bajo una larga declaración judicial sobre el secuestro en 1976 de los sacerdotes Orlando Yorio y Ferenc Jálics acusados por los militares de tener vínculos con la guerrilla. El Papa expresó que fue interrogado en el episcopado por jueces que luego fueron a visitarlo y reconocieron la verdadera historia.
“Algunos en el gobierno querían cortarme la cabeza, y sacaron a relucir no tanto este asunto de Jálics, sino que pusieron en duda todo mi modo de actuar durante la dictadura. Entonces me llamaron a juico” dijo el Pontífice, que al final no expresó ninguna fecha exacta ni dio nombres. En este contexto, el Máximo Líder del Vaticano sostuvo, “me dieron la posibilidad de elegir el lugar para la realización del interrogatorio, y elegí hacerlo en el Episcopado. El interrogatorio duró 4horas y 10 minutos. Uno de los jueces insistía mucho en mi modo de comportarme. Yo siempre respondí con la verdad. Pero, a mí, la única pregunta seria y bien fundada, fue la del abogado que pertenecía al Partido Comunista. Y gracias a esa pregunta, las cosas se aclararon. Al final pude comprobar mi inocencia. Pero en ese juicio no se habló casi nada de Jálics, sino de otros casos”.
En este marco, los jueces que citaron al Pontífice fueron, Daniel Obligado, Germán Castelli y Ricardo Farías quienes pertenecían al Tribunal Oral Federal 5. En el marco de incertidumbre, el Papa contó que, en esa época dictatorial, se había reunido con los dictadores Jorge Videla y Emilio Massera para exigir la liberación de los Jesuitas nombrados anteriormente.
