Con las altas temperaturas del verano es importante mantenerse hidratado, por lo que consumir frutas es una de las mejores opciones.
La sandía es ideal para combatir las altas temperaturas. La sandía es una fruta que pertenece a la familia de las cucurbitáceas, el origen de este producto se sitúa en Namibia (África).
Podemos encontrar alrededor de 1.200 variantes y cada una de ellas cuentan con numerosas propiedades. Esta fruta se ha convertido por su sabor y sus propiedades nutritivas en una de las frutas estrella del verano y es uno de los alimentos favoritos de muchas personas para comer en verano.
Entre sus beneficios se encuentra la hidratación, ya que es una fruta que tiene una importante cantidad de agua (contiene aprox. un 91%), además de tener Licopeno (2,3 – 7,2 mg/100g p.f.), con poder antioxidante y L-Citrulina (0,7 – 6 g/Kg p.f.). Como sabemos, un consumo regular de agua contribuye a mantener las funciones físicas y cognitivas normales y es la base del equilibrio vital del organismo.
También ayuda a perder grasa corporal, influyendo también en nuestra piel. Es relativamente baja en calorías, siendo una opción saludable para los que controlan día a día su ingesta calórica.
Es una fruta rica en antioxidantes, con un alto contenido en licopeno y vitamina C, que nos ayudan a combatir el estrés y a mejorar la salud cardiovascular reduciendo la presión arterial. Además, estos antioxidantes contribuyen a proteger nuestra piel de los efectos dañinos del sol. La vitamina C también ayuda a la salud de los huesos, a los dientes y a nuestro sistema inmunológico.
Promueve el tránsito intestinal regular, y contiene citrulina, un aminoácido que ayuda a mejorar la circulación de la sangre de nuestro cuerpo. La sandía reduce el riesgo de enfermedades crónicas y ciertos tipos de cáncer, gracias a su alto contenido de nutrientes y antioxidantes.